La mesa de la abuela... Cuento tradicional

 




LA MESA DE LA ABUELA

    Érase una vez una débil anciana cuyo esposo había fallecido dejándola sola, así que vivía con su hijo, su nuera y su nieta. Día tras día la vista de la anciana se enturbiaba y su oído empeoraba, y a veces, durante las comidas, las manos le temblaban  tanto que se le caían las judías de la cuchara y la sopa del tazón. El hijo y su esposa se molestaban al verle volcar la comida en la mesa, y un día, cuando la anciana volcó un vaso de leche, decidieron  terminar con esa situación.   

    Le instalaron una mesilla en el rincón cercano al armario de las escobas y hacían comer a la anciana  allí. Ella se sentaba a solas, mirando a los demás  con ojos enturbiados por las lágrimas. A veces le   hablaban mientras comían, pero habitualmente era para regañarla por haber hecho caer un cuenco o un  tenedor.

    Una noche, antes de la cena, la pequeña niña jugaba en el suelo con sus bloques y el padre le preguntó qué estaba construyendo.  

    -Estoy construyendo una mesilla para mamá y para ti -dijo ella sonriendo-, para que podáis comer a   solas en el rincón cuando ya sean mayores.

    Sus padres la miraron sorprendidos un instante,  y de pronto rompieron a llorar. Esa noche  devolvieron a la anciana su sitio en la mesa grande. Desde entonces ella comió con el resto de la familia, y su hijo y su nuera dejaron de enfadarse cuando volcaba algo de cuando en cuando.

        Cuento tradicional     

Comentarios

  1. Muy buuueenooooo, Me gusto muchísimo, que bueno que te enseñen a que debemos ser solidarios con los adultos mayores, ellos se merecen parte de nuestro respeto por que fueron parte de nuestra historia. ¡Bravo! *APLAUDEN*

    ResponderBorrar
  2. Muy buuueenooooo, Me gusto muchísimo, que bueno que te enseñen a que debemos ser solidarios con los adultos mayores ademas me hizo reflexionar

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Portada de la Obra: "La palabra del mudo" Julio Ramón Ribeyro