Continuamos con El Principito...

Entonces apareció el zorro: 

–¡Buenos días! –dijo el zorro. –¡Buenos días! –respondió cortésmente el principito y se volvió para ver quien hablaba pero no descubrió a nadie. –Estoy aquí, bajo el manzano –dijo la voz. –¿Quién eres tú? –Preguntó el principito–. ¡Qué bonito eres! –Soy un zorro. –Ven a jugar conmigo, –le propuso el principito– ¡Estoy tan triste! –No puedo jugar contigo –dijo el zorro–, no estoy domesticado. –¡Ah, perdón! –dijo el principito. Pero después de una breve reflexión, añadió: –¿Qué significa "domesticar"? –Tú no eres de aquí –dijo el zorro– ¿qué buscas? 

–Busco a los hombres –respondió–. ¿Qué significa domesticar? –Los hombres –dijo el zorro– tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto, aunque también crían gallinas! Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas? –No, yo sólo busco amigos. Pero, dime ¿qué significa domesticar? –Es una cosa ya olvidada –dijo el zorro–, significa "crear vínculos... " –¿Crear vínculos?


(Te aconsejo amigo lector que consigas el libro "El Principito" del autor Antoine de Saint. A mí me encantó. Muy interesante y quisiera volverlo a leer)

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