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Portada de la Obra: "La palabra del mudo" Julio Ramón Ribeyro

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Uno de los cuentos de "La palabra del mudo"  es "Los gallinazos sin plumas" Extraordinaria narración que me agradó y conocí de cerca la realidad de la vida de miles de niños que viven en las grandes ciudades como Lima. A las seis de la mañana la ciudad se levanta de puntillas y comienza a dar sus primeros pasos. Una fina niebla disuelve el perfil de los objetos y crea como una atmósfera encantada. Las personas que recorren la ciudad a esta hora parece que están hechas de otra sustancia, que pertenecen a un orden de vida fantasmal. Las beatas se arrastran penosamente hasta desaparecer en los pórticos de las iglesias. Los noctámbulos, macerados por la noche, regresan a sus casas envueltos en sus bufandas y en su melancolía. Los basureros inician por la avenida Pardo su paseo siniestro, armados de escobas y de carretas. A esta hora se ve también obreros caminando hacia el tranvía, policías bostezando contra los árboles, canillitas morados de frío, sirvientas sacando lo

"El lugar más bonito del mundo" por Ann Cameron

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Me llamo Juan y vivo en las montañas de Guatemala. Hay tres enormes volcanes cerca de mi pueblo, que se llama San Pablo y que está rodeado de montes escarpados. En las empinadas laderas hay campos muy verdes: son las plantaciones de maíz, ajos y cebollas. En los valles, los frutos rojos de los cafetales maduran a sombra de grandes árboles. Hay muchas flores en mi pueblo y muchas aves: águilas, oropéndolas, búhos, picaflores y bandadas de loros que se lanzan desde los árboles para robar nuestro maíz parloteando en esa lengua suya que solo ellos entienden. San Pablo está al borde de un gran lago y hay otros siete pueblos en sus orillas, alrededor de él. La gente va de un pueblo a otro en lanchas con motor o en canoa. Hay una carretera pero no es buena. Nunca he ido a los otros pueblos, siempre he estado en San Pablo. En las noches tranquilas me gusta bajar hasta la orilla del lago y mirar las luces de las lanchas de los pescadores que se reflejan en las aguas oscuras. Veo también las luc

Historia de Cifar y de Camilo, de Edgardo Rivera Martínez: La revelación del alma infantil.

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En  Historia de Cifar y de Camilo , Edgardo Rivera Martínez explora un singular tópico literario infantil: el cariño de los niños hacia los animales. Camilo, al regresar de la escuela, conoce a Cifar, un gato persa que vive en una mansión barranquina. Si bien la compañía del gato despierta su espíritu lúdico, Camilo siempre muestra preocupación por los problemas económicos de su familia. Motivado por el deseo de aportar al hogar, jugar con Cifar se convierte en un trabajo satisfactorio, pero que, debido a la indiferencia de Ivonne, la dueña del minino, descubre la malicia de las personas. Pese a esta agria experiencia, conserva la imagen de Cifar, pues señala que en sus sueños “… otra vez volvía a estar con mi amigo, y los dos íbamos hacia un mar cada vez más inmenso” (p. 44).  Apreciamos, entonces, que el autor, a través de las vivencias del Camilo, nos comparte la dimensión humanizadora del alma infantil: el sentir poético y la imaginación consciente. Existe algo que los niños ponen

La mesa de la abuela... Cuento tradicional

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  LA MESA DE LA ABUELA     Érase una vez una débil anciana cuyo esposo había fallecido dejándola sola, así que vivía con su hijo, su nuera y su nieta. Día tras día la vista de la anciana se enturbiaba y su oído empeoraba, y a veces, durante las comidas, las manos le temblaban  tanto que se le caían las judías de la cuchara y la sopa del tazón. El hijo y su esposa se molestaban al verle volcar la comida en la mesa, y un día, cuando la anciana volcó un vaso de leche, decidieron  terminar con esa situación.        Le instalaron una mesilla en el rincón cercano al armario de las escobas y hacían comer a la anciana  allí. Ella se sentaba a solas, mirando a los demás  con ojos enturbiados por las lágrimas. A veces le   hablaban mientras comían, pero habitualmente era para regañarla por haber hecho caer un cuenco o un  tenedor.     Una noche, antes de la cena, la pequeña niña jugaba en el suelo con sus bloques y el padre le preguntó qué estaba construyendo.       -Estoy construyendo una mesil

Cuento "No tengas tanta prisa"

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Continuamos con El Principito...

Entonces apareció el zorro:  –¡Buenos días! –dijo el zorro. –¡Buenos días! –respondió cortésmente el principito y se volvió para ver quien hablaba pero no descubrió a nadie. –Estoy aquí, bajo el manzano –dijo la voz. –¿Quién eres tú? –Preguntó el principito–. ¡Qué bonito eres! –Soy un zorro. –Ven a jugar conmigo, –le propuso el principito– ¡Estoy tan triste! –No puedo jugar contigo –dijo el zorro–, no estoy domesticado. –¡Ah, perdón! –dijo el principito. Pero después de una breve reflexión, añadió: –¿Qué significa "domesticar"? –Tú no eres de aquí –dijo el zorro– ¿qué buscas?  –Busco a los hombres –respondió–. ¿Qué significa domesticar? –Los hombres –dijo el zorro– tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto, aunque también crían gallinas! Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas? –No, yo sólo busco amigos. Pero, dime ¿qué significa domesticar? –Es una cosa ya olvidada –dijo el zorro–, significa "crear vínculos... " –¿Crear vínculos? (Te aconsejo am

Continuamos con El Principito...

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